jueves, 24 de abril de 2014

Detrás de Petro.


Cuando tuve la oportunidad de visitar CUBA hace algunos años pude darme cuenta que todos estaban convencidos y comprometidos con el proceso revolucionario de la isla. Los trabajadores, estudiantes, maestros, tenderos, peluqueros, etc. Había un grado de convencimiento tan grande que todos trabajaban para resistir el bloqueo económico norteamericano y hacer respetar su propia soberanía a pesar de sus sacrificios personales.

Todos hemos conocido lo que ha sucedido en Bogotá con la destitución del Alcalde Mayor, Gustavo Petro Urrego por su decisión de des-privatizar servicios que estaban en manos de privados y con los cuales se enriquecieron unos pocos contratistas y sus padrinos políticos. El sistema de recolección de basuras y el de medición y facturación de consumo de agua fueron objeto de recuperación por parte de la administración distrital. Lo que nadie sabe es que para que se tomaran esas audaces y atrevidas decisiones, la administración de Petro tuvo que concertar algo con los trabajadores de la empresa de acueducto y su sindicato.

Con respecto a los más de 1200 trabajadores que laboraban en la medición y facturación del consumo de agua, contratados por los privados AGUAZUL S.A. y PROACTIVA, eran trabajadores tercerizados y por ende sin estabilidad laboral. En ocasiones su salario mínimo se le reducía por unas retenciones ilegales y no tenían derecho de asociación ni de negociación colectiva. La administración de la empresa del acueducto debió proponerle al sindicato la vinculación provisional del personal a la nómina directa de la empresa mientras se hacia el estudio de nómina encargado a la Universidad Nacional y posteriormente los concursos, en razón a que es una empresa pública. La propuesta de la empresa era vincularlos con todos los derechos legales y convencionales menos un beneficio educativo y un régimen especial de salud que tienen los trabajadores directos, propuesta que fue aceptada por el sindicato en razón a que significaba el mejoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores, el fortalecimiento del sindicato y de la nómina directa de la empresa, pero sobre todo porque permitía que la administración de Petro pudiera “retomar” sin traumatismos, para lo público, el manejo del sistema de medición y facturación que estaba lucrando a los privados y por lo cual toda la burguesía rola lo empezó a atacar y ha intentado sacar del poder del segundo puesto público más importante del país.

Por esa decisión del sindicato en Bogotá se expulsaron a sus dirigentes. Los que lo hicieron alegan que vendieron los derechos convencionales y no entienden que lo que está detrás de todo es la defensa de un modelo de servicios públicos, realmente “públicos” para los capitalinos y el empleo DIRECTO y con mejores derechos para más de 1200 trabajadores. Los expulsados dirigentes hoy formaron otro sindicato que alcanza los 1000 afiliados solo en 3 días, la mayoría de ellos son los trabajadores de la “retoma”, formalizados a través del acuerdo antes citado y que han salido a la plaza de Bolivar a defender al alcalde que los formalizó laboralmente y defiende un modelo de servicios públicos para el pueblo, lo que ha implicado de contera que los trabajadores hayan tenido que redoblar esfuerzos desde sus puestos de trabajo, para que, tal como la revolución Cubana, no sea desacreditada mediáticamente por quienes defienden un modelo privatizador que sigue haciendo más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.

Se espera que igualmente, de “Aguas Bogotá”, que fue la filial que se creó para el manejo de las basuras, se formalicen y sindicalicen más de 2700 trabajadores.

A mis compañeros y amigos del acueducto de Bogotá un homenaje desde esta humilde tribuna Barranqueña.

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